jueves, 6 de diciembre de 2012

Sigh


Suspiras. Me miras. Sonrio.

Tus ojos hoy brillan más que nunca… hacen que una vez más me quede bloqueada ante ti. Únicamente me limito a mirarte desde lejos sin que tú te des cuenta. Me limito a pasar desapercibida entre la gente, aun que, para ser sinceros, tampoco suelo llamar tu atención normalmente. Me siento como una espía de segunda sin plan ni mapa. Es estúpido. Pero no me queda otra. Me conformo con saludarte cada día, con saberme de memoria todos tus gestos, con conocer el olor de tu colonia, el tacto de tus manos…
¿Qué más quieres que haga? Si estás tan cerca que podría verme reflejada en tus pupilas y no hago más que mirar al suelo. ¿Acaso quieres que diga algo? No, mi mente está demasiado ocupada soñando en el millón de cosas que podría decirte ahora.  Y tú suspiras. Tu suspiro es tranquilo. Capaz de apagar una vela. Tu suspiro rompe al fin el silencio, buscando así otro suspiro correspondido. Tu suspiro es fuerte, valiente. Con este suspiro pides un abrazo o buscas una explicación. Con tu suspiro pides perdón, o una tercera oportunidad. Con este suspiro encuentras ese primer beso que nunca te dieron.

Y, una vez más … tu suspiro me deja sin aliento


Llegas y lo llenas todo. De la forma más natural de todas, de la manera más simple y primitiva que existe. Nos encerramos dentro de todo l...