sábado, 18 de diciembre de 2010

Hacía ya muchísimo tiempo que no escribía en el blog. Lo tengo completamente olvidado, y lo echo de menos.
Pero es que tampoco tengo nada que contar... No se me ocurre nada que contaros... Mi vida ultimamente es fácil, dentro de lo que cabe. Paso tiempo con mi familia, tengo unas amigas que no necesitan adjetivos, en los estudios sigo en mi linea, ya he olvidado a aquel chico que me hacía escribir tantas entradas, que no se si al fin y al cabo es bueno o malo.
En estos ultimos meses he vivido la experiencia más increible de toda mi vida. Escribiré sobre eso más adelante, cuando no se me esten congelando los pies y no sienta la nariz.

Volveré pronto.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

sos

1. Quedan aproximadamente 24 días para las vacaciones de Navidad
2. Quedan aproximadamente 10 exámenes (trabajos) para acabar el trimestre.
3. Quedan aproximadamente  246 días para las vacaciones de verano.
4. Me quedan aproximadamente 3 dosis de paciencia
5. Necesito unas vacaciones YA.

Quiero estar en mi casa, calentita, con mil capas de ropa, sentada en el sofá mirando como fuera está cayendo la nevada del siglo. Y levantarme y no quitarme el pijama los fines de semana. Quiero salir a comprar y comer castañas por la calle. Quiero tener tiempo para hacer lo que tenga que hacer sin prisas, y tener tiempo libre.
Dios mío..... ¡24 días todavía!

Y

¿Cúando has llegado? Porqué yo no me he dado cuenta.

¿Y tú, cuando te has ido? Ah, esta tarde. Pero que sepas que te lo has ganado.

sábado, 16 de octubre de 2010

Sr. W. Disney

Nos atiborran con peliculas infantiles de Disney. Desde pequeñas nos compran Barbies perfectas que vienen con su Ken incluido. Un muñeco en calzoncillos color carne, musculoso, perfectamente peinado, ojos azules y sonrisa perfecta. Inventamos historias preciosas en las que él le da la mano a ella y le besa en la mejilla...

Y ahora los tíos van enseñando los calzoncillos y las chicas van medio desnudas. Y ven normal que nos miren las tetas o nos toquen el culo.

Sr. Walt Disney, ¿podría usted levantar la cabeza y escribir una o dos películas más y arreglar todo esto?

Muchas gracias.



miércoles, 29 de septiembre de 2010

 Mejor que las drogas, mejor que un puñetazo. Mejor que la cocaina, el crack, fix, shit, shoot, sniff, ganja, marihuana, blotte, acido, extasis. Mejor que el sexo. Mejor que la trilogia de George Lucas, los Muppeds. Mejor que Emma Peel, Marilyn, Lara Croft y la marca de belleza de Cindy Crawford. Mejor que B-side de Abbey Road, Jimmy Hendrix y el primer hombe en la luna, Space Mountain, Papá Noel, la fortuna de Bill Gates, el Dalai Lama, los tiros de testosterona de Schwarzenegger, los labios de Pam Anderson, Woodstock, Raves. Mejor que la libertad, mejor que la vida.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Tranquilo, estoy acostumbrada.
Estoy acostumbrada a que no me veas. A que no sepas nada, nada de mi. Y duele, más de lo que nunca ha dolido.

Te espero, te miro mientras escribes, mientras estás pensando en tus cosas, mientras hablas, cuando sonries y te enfadas. Me gusta acercarme a ti y oler tu colonia por la mañana, agarrarme a tu chaqueta. Sentir que tienes las manos frías cuando me chocas la mano, me gusta contar las veces que me miras, ultimamente son muy pocas... Pero se conformarme, se ver lo que hay, se verme, se como soy, se como es ella, ellas.
Sin embargo pareces envuelto por una burbuja, no dejas que nadie entre ahi. Te invito a salir de tu burbuja, o, si te parece mejor, dejame entrar en ella, solo por un tiempo, te prometo que pronto desapareceré. Pero déjame entrar.

lunes, 6 de septiembre de 2010

jueves, 26 de agosto de 2010

Silencio Nocturno

De noche todo parece hacer más ruido. Como si un suspiro pudiese despertar a todo el vencindario. Y acabas andando de puntillas y moviendote despacio en la cama para, así, fundirte con el ruidoso silencio.
Oigo el crujir de la madera, y el roze de las hojas de los arboles, chocando incesantemente con cada soplido de viento. Oigo perfectamente mi corazón, y el sonido de mis labios al abrirse para respirar. Mi pelo contra la almohada y mis dedos rascando mi cuello.
Me gusta la noche, porque es cuando el silencio, es más silencioso que nunca.


lunes, 23 de agosto de 2010

De nuevo

Alguien gira la llave. La muñeca de porcelana se ata las puntas y se incorpora. Pálida y rosada, delicada, va haciendo piruetas con la música, marcando en ritmo en sus giros. Todo lo que ella puede ver, a la vez que su cabeza da vueltas, es un círculo sin principio ni fin, un carrusel infinito, una rotonda a ninguna parte.
Nunca sabrá si es feliz o tiene el corazón roto, solo da vueltas y vueltas, volviendo siempre al lugar en el que comenzó.
Ella bailará para ti, a cualquier hora que tú elijas, en cualquier lugar, no tiene otra opción. Está ahí para divertirte, da vueltas y vueltas y hará lo que le pidas, no puede escapar, no puede negarse.
Ella sigue insistente con su baile, pero en cada giro se fatiga más y más, hasta caer rendida al finalizar su melodía, hasta que alguien cierra su caja.
Pero, sin duda alguna la llave girará otra vez, y girará otra vez la ruleta del azar, ¿No hay nadie allí para salvarle? ¿No hay nadie que le ayude?

Alguien hace girar la llave, y la muñeca de porcelana... debe bailar de nuevo.
A diferencia de la muñeca de porcelana no hay una mano que gire nuestra llave, somos dueños de nuestras decisiones, de nuestro camino. No tenemos porque girar siempre en el mismo sitio, debemos explorar nuevas sendas, buscar rutas escondidas que enfoquen nuestro destino a una vida propia, una personalidad propia, una inusitada independencia, esa agradable sensación de libertad. Si has de girar, hazlo alrededor del mundo.

sábado, 21 de agosto de 2010

Como todo

Como cuando no tienes pañuelos, y cuando te has olvidado el estuche. Como cuando los pantalones aun estan en la lavadora, como cuando no encuentras calcetines. Cuando tienes sed y queda el ultimo trago de cocacola sin gas, como cuando llegas al portal y no tienes llaves. Como comer sin sal, como dormir sin almohada, como perder la última pieza del puzzle de NY debajo del sofá. Como perder un amigo, como perderlo todo.

Love

Y es que, todo ese amor, como no podía ser de otra manera, convierte a los protagonistas en marionetas, a merced de un destino inevitable y cruel.

Día rutinario

Terminar de desayunar con la mochila ya a la espalda. Gritar un: ¡Me voy! Y cerrar la puerta al escuchar la respuesta. Esperar el ascensor. Echarse cacao y abrocharse la camisa. Salir a la calle, y mirar la hora, para saber si correr o no. Correr. Esperar a oír la música, y dar comienzo a las 6 horas rutinarias. Quelle heure est il?. Hasta mañana. Llegar a casa, quitarme los zapatos y ponerme la sudadera de siempre. Discusión entre macarrones. Siesta, con la sintonía de fondo de cifras y letras. Ducha de agua fría y pelea con el pelo. Fus Fus Fus. Quedarme embobada con él. Mirar por la ventanilla del coche. En casa sigue oliendo a macarrones, o tal vez a discusión. No, esta vez son macarrones.

Un suspiro


Un suspiro. Un suspiro es tranquilo. Capaz de apagar una vela. Un suspiro rompe el silencio, buscando así otro suspiro correspondido. Un suspiro es fuerte, valiente. Con un suspiro puedes pedir un abrazo, puedes buscar explicaciones. Con un suspiro pides perdón, o una tercera oportunidad.

Un suspiro puede … un suspiro puede dejarte sin aliento.

Creo, recuerdo, es posible, probable....

Creo que alguna vez sentí un cosquilleo en el estómago. Recuerdo haberme quedado embobada, esperando que el semáforo se pusiera verde, y no llegué a tiempo de cruzar. También es posible que haya dibujado corazones, e incluso un par de nombres en la última hoja de mi libreta, y haberla tenido que tirar cuando el profesor las pedía. Probablemente haya leído mil veces los mensajes del móvil por la noche, y me he dormido a las 3 de la mañana, contando las horas que iba a tener para dormir. Es probable que me haya parado en la esquina esperando a que estuvieses cerca, y por casualidad, ir juntos un rato. Recuerdo haberte llamado por cualquier tontería solo porque quería hablarte, y recordar tu voz.
Creo haber estado enamorada, y aunque solo me quedan escasos recuerdos, posiblemente te haya olvidado. Pero, también es probable que vuelva a recordarte.

Si

¿Alguna vez has sentido ese fuerte dolor en la garganta que aparece cuando intentas esconder una lagrima?

S

· El sueño esta empezando, crece poco a poco. Pero se que llegaremos, y se que juntos lo conseguiremos. Ya casi puedo verlo.

Solo...

..."ahora te das cuenta de que este mundo no esta hecho para ti, y que buscas, en el algo que nunca vas a encontrar. No pierdas tu tiempo aqui, pierdete en un lugar diferente, de el que solo conozas tus huellas al pasar.
Y empieza de cero, empezando por buscar la puerta salida que te lleve de vuelta al principio, solo por si acaso."

You

No tengo ningún sitio donde ir, tampoco me apetece salir de este cuarto… No tengo a nadie que me pueda acompañar, y de todas formas no quiero estar con nadie.
No se si hacer esto es lo correcto, o solo he elegido el camino más fácil, no aceptando los hechos y seguir viviendo en mi propia historia. Al fin y al cabo ya me da igual hacer las cosas bien o mal, es como si todo de repente hubiese cambiado de color, de rumbo, y mi subconsciente sabe que aún no estoy preparada para aceptar lo que esta pasando.
Me pregunto que pensarías al conocer la verdad, al saber todo en cuanto a mis sentimientos, en haber conocido en cinco escasos minutos todo lo que gira a mi alrededor. Tu sorpresa al saber que lo que siempre tenia en mi mente era a ti. Se que me comprendes, porque tu sientes lo mismo… pero no por mi.
Intento olvidarte, e incluso en ocasiones parece que he borrado todo lo que quedaba de ti, entonces es cuando vuelves de nuevo. Acechas en todos y cada uno de mis sueños, siempre estas en el sitio y a la hora correctos, o tal vez no tan correctos dado que intento olvidarte. Y pronuncias mi nombre de una forma que yo misma llego a creer que mi historia, en la que
estoy sumergida, es real. Pero justo cuando llego al nivel máximo de imaginación despierto de este sueño, y entro en una pesadilla sin fin.
Otra vez en este cuarto, con la única luz de un flexo, que débilmente ilumina mis noches de insomnio. No logró hacerte marchar, parece que quieres quedarte para hacerme sufrir más. Y el círculo vicioso comienza de nuevo. Mis fuerzas se agotan, y no me queda otro remedio que dejar que mi mente vuele a donde tu estas, a imaginarme junto a ti, y te siento conmigo, es como si siempre hubieses estado ahí. Esperando que bajase la guardia, a que me rindiese para entonces infiltrarte en mis pensamientos.
Pienso qe eres perjudicial para mi, pero sin embargo no podría prescindir de tu presencia, pasar un día entero sin hablar contigo, sin verte sonreír, sin oírte pronunciar mi nombre a la vez que, ligeramente mueves la cabeza al saludarme.
Solo son pequeñas acciones que no tienen valor y dudo que significado. Pero para mi son el aliento que me empuja, esa linterna que siempre esta en el cajón cuando se va la luz, la casa al final del camino, y la gasolinera siempre abierta en una carretera desierta.
Dudo que algún día entiendas lo que he sentido por ti, también dudo que pienses de vez en cuando en mi, que le des importancia a mis constantes miradas…
Y, aunque ahora seas algo que me hace daño, no me importa… no me importa, porque yo te quiero, yo se perfectamente en quien pienso a cada segundo, y se que eres tu la persona que ocupa día y noche un lugar especial en mi mente. Sé que eres tú

jueves, 19 de agosto de 2010

¿Verano? ¿Hay alguien ahi?

Me chorrea el pelo, llevo la ropa pegada al cuerpo, y me da asco. Miz zapatillas parecen dos barcas inundadas, llevo rimel por toda la cara menos en los ojos y no siento las manos.

Estas cosas me pasan por irme lejos cuando está nublado, aun sabiendo que va a llover pronto.

Ah, y por cierto, para mejorar las cosas, te hecho de menos pequeña. :)

sábado, 14 de agosto de 2010

Voir

Rozar la tierra, perder el norte.
Sumirse en una eternidad profunda e intranquila.
Encontrar un abrazo en las nubes y escuchar el grito del silencio.
Escoger la ambiguedad.
Buscar la mirada decisiva.
Ver lo esencial.

lunes, 9 de agosto de 2010

They...There


Patti LuPone, Catherine Zeta-Jones, Groucho Marx, Charlton Heston, Judy Garland, Robert Redford, Orson Welles, Katharine Hepburn, James Dean, Idina Menzel, Grace Kelly, Lauren Bacall, David Hasselholf, David Copperfield, Barbara Streisand, Lewis Stone, Liza Minelli, Julie Andrews, Mickey Rooney, Clark Gable, John Barrymore, Donald O'Connor, Bob Fosse, Kristin Chenoweth....


viernes, 30 de julio de 2010

Mi Vida

Es increible. A estas alturas y todavía no se que hacer con mi vida. Soy jóven, soy feliz, quizás no debería comerme tanto la cabeza, o quizás debería empezar a pensar en el futuro, mi futuro.
Desde un principio estaba segura de lo que quería hacer, bueno, todo el mundo ha querido ser veterinario, ¿no?. Pero esas épocas de inocencia se fueron pronto, y sin darme cuenta estoy aquí. Hace unos....¿10 minutos? Lo tenía bastante claro. Idiomas, y todo lo que ello acarrea. Cultura, historia, literatura, viajes... Pero me puse a pensar, a ordenar, para variar, mi cabeza. Y, desgraciadamente o no, llegó a mis pensamientos dos simples palabras: Bellas Artes
Ya solo las palabras son hermosas. De repente me imaginé mi futuro de otra forma. Viviendo de lo que yo más amo, con lo que más disfruto. Vivir en mi mundo.
Rodeada de arte, de música, quizás de espectáculo, de danza, de color.
Si, es cierto que ese mundo esta hecho a mi medida, pero, tambien me pregunto... ¿Estoy o llegaré a estar a la altura de ese mundo?
No lo se, nunca lo sabré si no me arriesgo. Tengo mucho que perder si pierdo. Pero si gano... Oh, si gano habré ganado para siempre.

jueves, 29 de julio de 2010

¿No te ha pasado nunca?

Esa sensación de no recordar nada al despertarte.
Tuvistes un sueño, lo sabes, y sabes que fue precioso, pero no recuerdas nada de lo que pasó. Intentas con todas tus fuerzas volver a dormirte, intentando volver a ese sueño, a esa nube. Pero no puedes, y sigues sin recordar nada de nada.

Tu día sigue su ritmo normal, hasta que en un momento cualquiera, asi, de repente, lo recuerdas. Todo, todos los detalles, todos los colores, las sensaciones... Y en ese instante respiras hondo, aun recordandolo, y disfrutando de esa sensación de volver a revivir el sueño.

domingo, 11 de julio de 2010

-¿Quien eres?

-¿Sigues ahi?
-No
-Has contestado
-Shh, calla
-¿Porqué? Y, ¿Porqué no te vas?
-Porque quiero oirte
-Pero si hablo te verán
-Lo se, y me basta con escuchar tu respiración.
-Pareces un Romeo descarriado, déjate de misterios y dime qué quieres.
-Te quiero a tí.
-Vaya respuesta más previsible. ¿Tu ves muchas telenovelas, no?
-Es que me lo has puesto a tiro.
-Bueno, pues.... Supongamos que, por un momento, quisiera escucharte yo a tí.
-Pues entonces yo callaría, para que pudieses escuchar como se aceleran mis latidos cada vez que tu mirada decide cruzarse con la mía.
-Mi mirada solo busca una respuesta. ¿Has pensado como vas a salir de mi habitación sin que te vean?
-No, no lo he pensado. Aunque tampoco quiero irme, si te soy sincero.
-Y si te soy yo sincera, estoy empezando a hartarme de ti.
-Bueno, por algo se empieza. Y tenemos tooda la noche para hartarnos el uno del otro.
-Yo no tengo toda la noche, amigo. Empiezo a tener sueño...
-Duerme entonces.
-Si, y quitarte el ojo de encima.
-No quieres dejar de mirarme, ¿eh?
-Lo que pasa es que no me fío de ti.
-Claro, ahora soy un ladrón de media noche.
-Nunca se sabe
-Bueno... ¿Y que pasaría si ahora mismo cojiese este joyero y saltase por la ventana?
-Que no te dejaría ir.
-¿Seguro?
-Por supuesto, yo no soy como esas damiselas en apuros.
-Pues supongamos por un momento, que yo quisiera que no me dejases ir...
-Pues no te dejaría en ese caso.
-Vale, sigamos jugando. Supongamos ahora que.... te quisiera
-En ese caso, por seguirte el juego, supongamos entonces que yo tambien.
-Supongamos que, estando a la distancia que estamos, quisiera besarte.
-Prueba, y adivina tu mismo mi suposición.

sábado, 3 de julio de 2010

¿Sabes como eres?

Eres como morder un hielo. Como tragarte un chicle, o pisar una piedra. Eres como no llevar paraguas, como quedarte sin Coca-Cola, como montarse en el coche en verano a las 6 de la tarde, como un exámen de Sociales.
Eres como comerte un limón, o una pipa podrida. Como mancharte de ketchup o no encontrar una de tus zapatillas.
Eres como una patada en la barriga o un codazo en el pecho, lo que tú prefieras. Como oir un mosquito en tu oreja o que se te duerma un pie. Eres como beber agua del vaso que lleva 2 días en tu mesita de noche, con ese sabor metálico y asqueroso. Eres como no encontrar calcetines. Y tambien eres como comerse un ajo.
Nose, eres como muchas otras cosas, muchisimas más.

Pensamientos de atardecer

Hace tiempo leí que alguien había llegado a ver, en un día, cuarenta y tres puestas de sol. Bueno, es cierto que cuando alguien está triste le gustan las puestas de sol. Y ese día tuvo que estar muy triste. Pero en cierta forma es bonito estar triste y ver una puesta de sol. No es igual a encerrarte en tu habitación, ni irte de casa, ni comer chocolate... No, ver una puesta de sol estando triste es aún más melancólico, porque de una forma u otra te das cuenta de que pase lo que pase, todo va a volver a ser como era, y lo que ahora te causa tristeza desaparecerá, al igual que desaparece el sol por el horizonte, y volverás a sonreír, como lo hace el sol por la mañana. :)

viernes, 25 de junio de 2010

Gracias por aquel Sabado 6 de Marzo

Dije, prometí y supe que jamás olvidaría ese día. Y así es. Ahora mismo podría recordar cada color, cada mirada, todas y cada una de las sensaciones… Aun sabiendo que es imposible, intentaré resumir lo menos posible contándoselo al papel.
Tenía todo listo en mi mochila, no necesitaba mucho. Y lo poco que necesitaba eran unas medias, unos pantalones y 2 camisetas. Comimos deprisa y corriendo, para llegar a tiempo, y cuando llegue allí, aun tenía el huevo y las patatas girando en mi estomago. Pero me daba igual, la cuestión es que estaba allí, que era el día.
Al pasar únicamente unos 10 minutos ya se respiraban nervios en camerinos. Oías golpes de decorados cayendo al suelo… Mientras yo, sumergida en mi mundo, terminaba de diseñar una proyección, nerviosa y a la espera de lo que pasaría. Hasta que, después de varios ensayos generales, miles de fallos, y olvidos, llegaron esos 10 minutos en los que podías oír hablar a la gente que entraba al teatro. Y en cuanto me quise dar cuenta escuche: Señoras y señores, quedan 3 minutos para que dé comienzo la representación. En ese momento sentí un escalofrío por todo mi cuerpo, que fue cortado por los gritos de la gente que tenía a mi alrededor. Los que abríamos el espectáculo salimos por la puerta de atrás, entrando al teatro y colocándonos en las puertas de entradas al patio de butacas. Allí volví a escuchar a aquel señor, avisando de que solo quedaba un minuto para empezar. (Escribiendo esto, y recordando el momento vuelvo a sentir un algo raro en la barriga, si pudierais verme, ahora mismo veríais mis pelos de punta y mi sonrisa tonta.) Ya no había vuelta atrás, estábamos allí, cogidos de las manos, y deseándonos suerte. Hasta que oí el primer acorde, la primera nota, la primera palabra de la primera canción. “Por fin”, me dije a mi misma. Y respirando todo lo hondo que pude salí de detrás de las cortinas. En ese momento sentí que era libre, bajé las escaleras sin ningún miedo a tropezar, me veía segura, entre las luces, la gente, y mi gente. Y cuando llegué al escenario no pude creer que yo hubiese bajado entre el público de la manera que lo hice. Y cuando estaba realizando mi pequeña intervención no vi a nadie, solo veía a mis compañeros, con la mirada entusiasmada, con sonrisas inocentes.
Durante el resto del show contemplaba a los demás desde las bambalinas, veía en cada número reflejado todo el esfuerzo de meses de trabajo. Veía que ellos también habían contado las horas hasta este momento.
Las emociones estaban a flor de piel, hasta que salimos todos a saludar, y sentir que había valido la pena. Y cuando se bajó el telón todos nos emocionamos, gritamos, saltamos, nos abrazamos… y lloramos.
Cuando todo parecía haberse calmado y mis ojos empezaban a secarse y mi cara volvía a su color normal, crucé la mirada con la persona clave, la persona que había hecho verdaderamente esto posible, mis lágrimas y las suyas se fundieron en un abrazo, un abrazo sincero, profundo, perfecto. En especial no podré olvidar ese abrazo, y espero volver a sentirlo, al igual que deseo volver a sentir esos escalofríos por todo mi cuerpo, a sentir el calor de los focos, los nervios del estreno, volver a sentir ser solo uno, con un mismo sueño.
Gracias por esos momentos, gracias por hacerme sentir especial, por vuestras sonrisas, vuestras miradas, vuestra humildad, sois demasiado grandes. Gracias por ayudarme a cumplir mi sueño, por hacer que cualquier simple detalle sea inolvidable.
Gracias
Spirale.

sábado, 19 de junio de 2010

Él

Él. Tan “él” como siempre. Porque ningún adjetivo sería suficiente.
Él, cuando le miro de reojo y cuando me habla, que desordeno sus palabras, jugando así con su gramática. Nunca una palabra más de la debida, pero tampoco menos de las esperadas. Una persona despreocupada y algo desordenada, al igual que su pelo, que con solo una pizca de viento ves como se despeinan sus rizos café, que caen tapando así parte de su cara, tan serena en los peores momentos, como expresiva  en los más emocionantes. Él no es alto, ni lleva gafas, siempre va con una barba algo disimulada y jovial, y no viste de forma llamativa. Incluso a primera vista podría parecer alguien normal, hasta ordinario.
Pero yo veo más allá. Cuando me mira a los ojos, me transmite su tranquilidad y su bondad. Puede que sea una de las pocas personas que saben sonreír con la mirada, y eso relaja, me relaja hasta transportarme a una realidad tranquila. Porque, cuando lo hace, veo un hermoso brillo, en el marrón verdoso de sus ojos, un brillo en el cual podría verme reflejada si fuese perfecta la distancia. La mayoría de las veces me fijo en su mirada, en sus ojos redondos, en cómo se queda embobado, como ausente, pero con la misma mirada  atenta y soñadora de un niño. Al fin y al cabo es un hombre lleno de sueños, aspiraciones y música, mucha música. Y, aunque no se da cuenta, es casi como el instrumento que domina, como un piano. Está repleto de pequeños secretos, que poco a poco va dejando salir, destapando así una preciosa melodía. Una canción que voy descubriendo nota a nota, aunque a mí ya me parece la mejor de las canciones. Porque admiro su forma de darme ánimos y demostrarme como, con esfuerzo, todo es posible, y el modo tan peculiar que tiene de sonreírme, para tranquilizarme, cuando los nervios se apoderan de mi, e incluso más de él.
 Y al igual que podría reconocerle de espaldas, estando el al otro lado de la acera, sabría reconocer el olor tan característico de su colonia en una sala repleta de gente, un olor mágico y misterioso, un olor al que le tengo un gran afecto y admiración.
Nunca podrás verle fruncir un cejo, a no ser que el chiste lo requiera. Y es que es puro corazón. Una persona cariñosa, y fácil de cogerle cariño. Estoy segura de que nadie se podría resistir al calor su sonrisa. Ni a la sencillez de sus gestos, sobre todo cuando, con sus torpes manos derrama un bote de pintura, o juega al dominó con las sillas. Y sus curiosas manías, como ordenar los guiones en todos y cada uno de los ensayos y cerrar los ojos cuando escucha una canción, sea cual sea el lugar o la situación en la que se encuentre.
Es un niño, cuyos sueños por la música le hacen un hombre tan excepcional. Me atrevería a afirmar que su complemento perfecto es el escenario. Ahí arriba es quien él elija ser, un trovador por las calles de París, un enamorado, e incluso un cura, si el papel lo requiriese. Es donde olvida todas sus preocupaciones y donde se encuentra a sí mismo. Un lugar en el que, el desea, poder estar unido toda su vida. Poder vivir atado a un escenario, y repartiendo un poquito de cultura entre la gente. Pues vive por y para la música, y su corazón está llena de teatro.
Y no podría terminar esta descripción si contaros algo de su voz. La forma en la que te hace temblar cuando le escuchas. Una voz suave, dulce, relajada, sensata. La típica voz que desearías oír para irte a dormir,  un sonido místico y oculto, que me transporta cada vez que lo oigo. Y que, al mezclarse con esos momentos de nervios e inseguridad, hace que mis ojos arrasen de lágrimas. Porque al igual, que sabe sonreír con los ojos, es capaz de enamorarte con la voz. Es capaz de transmitir calma, alegría, emoción, ternura, esperanza, armonía. Es experto en parar el tiempo, y en crear un mundo paralelo. Mientras él, con sus movimientos improvisados y torpes, parece no darse cuenta del reloj, ni de las sensaciones que despierta, ni de mi temblor de piernas, ni que, por un momento no soy dueña de mi, sino de ese sonido que me deja hipnotizada. Pues, cualquier palabra que esos labios susurrasen sonaría perfecta.  
Al fin y al cabo es música, poesía, simplemente todo lo que él es. Y todo lo que yo tanto amo de él. Y, sí, es un buen tipo. Y, sí, tal vez  me guste su voz.

jueves, 17 de junio de 2010

A veces es mejor callar

A veces es mejor callar, disfrutar del silencio, de cada uno de sus matices. Oír únicamente tu respiración, tus latidos. Mientras que, con los ojos, sigues observando este mundo. Fíjate en como cada vez enloquece más y más. Ya nadie dice la verdad, huimos de los problemas, la gente no ama, no ríe. Se ha convertido en el país de las mentiras, de la hipocresía, donde reina un narcisismo supremo en todas las naciones.
Y yo, personalmente estoy harta de esta mentira, de vivir en un planeta dirigido por lunáticos. Así que, por favor... Paren el mundo, que me quiero bajar.

miércoles, 2 de junio de 2010

Arriesgando

¿Cuantas veces has pensado en abandonar? ¿Cuantas veces has buscado esa salida de emergencia con la que desaparecer? Seguro que más de una vez... Pero sin embargo, ¿cuántas veces lo has hecho? ¿Cuantas veces lo has dado todo por perdido? Nunca.
Porque sabes donde estás, y sabes lo que te ha costado llegar ahí. Porque sientes que ha merecido la pena luchar a contracorriente y buscar otro camino. Y es que, rendirse es como tirar por la ventana todas las fotos de tu infancia, perder una parte de tu vida.
No te des por vencido, no pienses en ganar o perder, piensa en arriesgarlo todo para conseguir esa felicidad que todos nos merecemos. Pero cuidado, nunca te despistes en esa búsqueda de la felicidad, porque la felicidad está en todas partes, solo si sabes buscarla.

domingo, 30 de mayo de 2010

Intoxicación

Como una intoxicación, está acabando con mi aliento, le veo ahora a cada paso, está en cada esquina, esperando.
Un momento insinuante, frustrante. Mi imaginación, feroz y fuera de control. Un enamoramiento de un niño indefenso.
No distingo la oscuridad de la luz, ni mi mano derecha de mi izquierda,
¿Acaso mi vida empieza con ella?
¿Acaso mi vida empieza esta noche?
Como una sirena me ahoga en su canción. Ella canta, canta... Y el rugido de las olas con la marea, me ahoga, me ahoga...
Como una alucinación, camino loco y obsesionado. Como una fascinación, que no me deja descansar. Ella apretó sus labios contra los mios, intoxicandome.

La muñeca de porcelana


Alguien giró la llave. La muñeca de porcelana se ata las puntas y se incorpora de puntillas. Pálida y rosada, delicada, va haciendo piruetas con la música. Todo lo que ella puede ver, a la vez que su cabeza pintada da vueltas, es un círculo sin principio, un carrusel infinito, una rotonda a ninguna parte.
Ella nunca sabrá si es feliz o tiene el corazón roto, da vueltas y vueltas, pero siempre vuelve al lugar en el que comenzó.
Ella bailará para ti, a cualquier hora que tú elijas, en cualquier lugar, tampoco tiene opcion. Está ahi para divertirte, da vueltas y vueltas y hará lo que tu le digas, no puede escapar, no puede negarse.
Sigue insistente con su baile, pero a cada movimiento se va fatigando, cada vez más, hasta que cierran su caja.
Pero gira otra vez la ruleta del azar, ¿No hay nadie alli para salvarle? ¿Nadie puede verle llorar?

Alquien hace girar la llave, y la muñeca de porcelana.. debe bailar de nuevo.

sábado, 29 de mayo de 2010

Nunca se sabe

No me pidas que deje de enamorarme a primera vista. Porque no haré caso. No, hasta que aparezca esa persona, hasta que aparezca una sonrisa en medio de la gente y sepa en ese momento que es él. Ese instante en el que su mirada buscará la mía, y yo,una escusa para hablarle, tal vez preguntarle la hora, aún no lo se. Pero se que será especial, que parecerá que nada más existe, que todo lo que hemos vivido antes se desvanece, y solo pensaremos en nosotros. Puede que ocurra en el super,en el metro, en una tienda de música, un aeropuerto, un concierto... Por eso nunca dejaré de fijarme en cada mirada que vea por la calle, ni de sonreír a todo el que me cruze. Porque, al fin y al cabo, nunca se sabe quien estará a la vuelta de la esquina para chocarse contigo, o preguntarte la hora.

viernes, 28 de mayo de 2010

Cartas de viaje

No me olvides, porque siempre estaré ahí.
No me olvides cuando cruces la línea entre lo real y lo imaginario, ni cuando decidas volver.
No olvides mi paraguas en los días de tormenta, ni mi chaqueta en las noches de verano. Cuando llegues a casa, rendido y enfadado, acuerdate de la aspirina en el armario del baño, la de la izquierda. No te olvides de llevar siempre las gafas de leer, echate todos los días esa colonia, si esa. Y cada vez que oigas aquella canción cantala en voz alta, sabes que me encanta. Comprate calcetines de colores, y no uses nunca el mismo color para cada pie. No te olvides de empezar el libro que dejé en la estantería de la cocina. Y acuerdate de ir tachando los días en el calendario, porque cuando menos te lo esperes estaré allí otra vez, para recordarte todas estas cosas, y recordarte también aquella película, en la que somos los protagonistas, una de mis preferidas.
Un beso, bicho.

Un sueño, un recuerdo

Mis manos acariciaban la hierba, sentía la humedad de la tierra en mi piel, las cosquillas del viento en mi cara, y como mi pelo se iba enredando. Por un momento dejé la mente en blanco, y me deje llevar por el agradable olor de su colonia. Estaba a mi lado, no me había dado cuenta de que tenia su mano sobre la mía. Él también parecía estar ausente, perdido e inmerso en un mundo paralelo al nuestro.
Rompí el silencio con un suspiro, me miró. Me miró como nunca antes lo había hecho, como ni yo misma habría imaginado. Una mirada distinta a todas las anteriores, llena de ternura y de tranquilidad. En ese momento desperté, eran exactamente las 5:38 de la mañana, yo me encontraba en un mar de sábanas. Por un momento creí haber tenido el mejor sueño de mi vida. Pero estaba equivocada, cuando me giré para intentar seguir durmiendo y continuar con ese hermoso sueño le vi. Dormía, tan perfecto como siempre, como ausente. Quizás el también estaba soñando con algo, o quizás, al igual que yo, estaba reviviendo un recuerdo.

miércoles, 26 de mayo de 2010

Una habitación...

Una habitación, mil historias. Una cama sin hacer durante casi dos semanas. Sea quien sea el huésped se puede intuir que no ha dormido mucho, y no ha salido para nada. Latas y botellas de Coca-Cola por todo el suelo y amontonadas en una papelera, vasos de plástico con la espuma aún del café no terminado. Un cenicero sin oficio, pues las colillas y la ceniza inundaban cada rincón del siniestro dormitorio, pegándose a tus calcetines y creando una alfombra gris mugrienta. Sin embargo los armarios y cajones estaban intactos, la ropa seguía planchada, cosa rara. Las estanterías ordenadas y los zapatos colocados.
Había una perfecta razón para este caos. Un hombre.
Un hombre frustrado, obsesionado. Un hombre distinto a todos los demás. Sin complejos ni prejuicios, con corazón y cerebro. Alguien escondido de la sociedad por miedo al contagio y refugiado en su propio mundo. Solo él y su eterno compañero, el único que le entiende, que le ayuda, que le espera y le consuela. El único que le hace sentirse bien, sentir placer, sentir que ahí fuera hay algo más que tierra y cielo. En el único en el que confía y al único al que escucha.
Y es que, al fin y al cabo, él es solamente es un hombre sentado frente a un piano intentando contar una historia, su historia.

martes, 25 de mayo de 2010

Desde aqui



Desde aquí, desde donde se puede ver toda la ciudad. Aquí, donde nadie escucha a nadie. Desde una nube o desde un submarino. Donde todo es luz y pocas veces sombra. Donde encuentras tus recuerdos, y pierdes tus miedos. Desde el planeta que está a tres manzanas.
Desde aquí, donde se crean los sueños. Donde puedes ser un niño otra vez, un aviador, un elefante o una rosa. Donde empieza y termina tu infinito, aquí estoy. Donde todo es de nadie, y donde nadie lo es todo.

Llegas y lo llenas todo. De la forma más natural de todas, de la manera más simple y primitiva que existe. Nos encerramos dentro de todo l...