jueves, 22 de septiembre de 2016

Años luz



Es extrañamente triste, el saber que existes
en el espacio tiempo.
Que existas ya en este universo
y tengas una galaxia asignada.
Lo es, triste,
saber que no estamos en el mismo sistema,
y que, aunque coexistimos,
nuestra existencia no tendrá nunca un nexo
uniendo nuestros pequeños universos predeterminados.

Hay sin embargo un agujero negro
que nos separa en el vacío.
Y no me deja ver las constelaciones
en tus pupilas.

No queda otra opción que resignarse
a aceptar esta evolución simultánea
sin apenas reciprocidad en la que vivimos.
Donde estamos
                       sin estar,
              somos
                       sin ser,
y amamos
                       sin amar[nos]






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