sábado, 3 de julio de 2010

Pensamientos de atardecer

Hace tiempo leí que alguien había llegado a ver, en un día, cuarenta y tres puestas de sol. Bueno, es cierto que cuando alguien está triste le gustan las puestas de sol. Y ese día tuvo que estar muy triste. Pero en cierta forma es bonito estar triste y ver una puesta de sol. No es igual a encerrarte en tu habitación, ni irte de casa, ni comer chocolate... No, ver una puesta de sol estando triste es aún más melancólico, porque de una forma u otra te das cuenta de que pase lo que pase, todo va a volver a ser como era, y lo que ahora te causa tristeza desaparecerá, al igual que desaparece el sol por el horizonte, y volverás a sonreír, como lo hace el sol por la mañana. :)

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