Oigo el crujir de la madera, y el roze de las hojas de los arboles, chocando incesantemente con cada soplido de viento. Oigo perfectamente mi corazón, y el sonido de mis labios al abrirse para respirar. Mi pelo contra la almohada y mis dedos rascando mi cuello.
Me gusta la noche, porque es cuando el silencio, es más silencioso que nunca.
A veces el silencio es insoportable, porque hace muchisimo ruido...
ResponderEliminarMe encanta!
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