sábado, 21 de agosto de 2010

You

No tengo ningún sitio donde ir, tampoco me apetece salir de este cuarto… No tengo a nadie que me pueda acompañar, y de todas formas no quiero estar con nadie.
No se si hacer esto es lo correcto, o solo he elegido el camino más fácil, no aceptando los hechos y seguir viviendo en mi propia historia. Al fin y al cabo ya me da igual hacer las cosas bien o mal, es como si todo de repente hubiese cambiado de color, de rumbo, y mi subconsciente sabe que aún no estoy preparada para aceptar lo que esta pasando.
Me pregunto que pensarías al conocer la verdad, al saber todo en cuanto a mis sentimientos, en haber conocido en cinco escasos minutos todo lo que gira a mi alrededor. Tu sorpresa al saber que lo que siempre tenia en mi mente era a ti. Se que me comprendes, porque tu sientes lo mismo… pero no por mi.
Intento olvidarte, e incluso en ocasiones parece que he borrado todo lo que quedaba de ti, entonces es cuando vuelves de nuevo. Acechas en todos y cada uno de mis sueños, siempre estas en el sitio y a la hora correctos, o tal vez no tan correctos dado que intento olvidarte. Y pronuncias mi nombre de una forma que yo misma llego a creer que mi historia, en la que
estoy sumergida, es real. Pero justo cuando llego al nivel máximo de imaginación despierto de este sueño, y entro en una pesadilla sin fin.
Otra vez en este cuarto, con la única luz de un flexo, que débilmente ilumina mis noches de insomnio. No logró hacerte marchar, parece que quieres quedarte para hacerme sufrir más. Y el círculo vicioso comienza de nuevo. Mis fuerzas se agotan, y no me queda otro remedio que dejar que mi mente vuele a donde tu estas, a imaginarme junto a ti, y te siento conmigo, es como si siempre hubieses estado ahí. Esperando que bajase la guardia, a que me rindiese para entonces infiltrarte en mis pensamientos.
Pienso qe eres perjudicial para mi, pero sin embargo no podría prescindir de tu presencia, pasar un día entero sin hablar contigo, sin verte sonreír, sin oírte pronunciar mi nombre a la vez que, ligeramente mueves la cabeza al saludarme.
Solo son pequeñas acciones que no tienen valor y dudo que significado. Pero para mi son el aliento que me empuja, esa linterna que siempre esta en el cajón cuando se va la luz, la casa al final del camino, y la gasolinera siempre abierta en una carretera desierta.
Dudo que algún día entiendas lo que he sentido por ti, también dudo que pienses de vez en cuando en mi, que le des importancia a mis constantes miradas…
Y, aunque ahora seas algo que me hace daño, no me importa… no me importa, porque yo te quiero, yo se perfectamente en quien pienso a cada segundo, y se que eres tu la persona que ocupa día y noche un lugar especial en mi mente. Sé que eres tú

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Llegas y lo llenas todo. De la forma más natural de todas, de la manera más simple y primitiva que existe. Nos encerramos dentro de todo l...